El presidente del gigante nipón de los videojuegos,
Satoru Iwata
, ha fallecido a los 55 años de edad, según informó hoy la compañía con sed
La muerte de Satoru Iwata, presidente del gigante de los videojuegos Nintendo, supone la desaparición de un icono de la industria, un firme defensor de la innovación que nunca dejó de amar el producto que hacía.
Iwata
falleció el sábado víctima de una obstrucción en el conducto biliar, la
cual ya le había obligado a someterse a cirugía el año pasado.
El ejecutivo y programador se convirtió en 2002 en el cuarto presidente de
Nintendo
, donde impulsó el lanzamiento de la consola doméstica Wii, que salió
al mercado en 2006 y supuso uno de los mayores éxitos comerciales en la
historia de la compañía y de los videojuegos.
e en Kioto (oeste de Japón).
Nacido en Sapporo, al norte de Japón, el 6 de diciembre de 1959 e inmerso en la electrónica desde que estudiaba secundaria, comenzó a programar para HAL,
estudio de desarrollo subsidiario de Nintendo, mientras se licenciaba
en computación en el prestigioso Instituto Tecnológico de Tokio.
HAL lo acabó contratando en 1982 y ahí jugaría un papel clave en la
creación, una década más tarde, de "Kirby's Dreamland", juego para
Gameboy que supuso el inicio de una larga y exitosa franquicia para
Nintendo.
Un año después sería puesto al frente de este estudio tokiota,
abocado a la quiebra en ese momento, cuyo rumbo lograría enderezar antes
de que Yamauchi, al parecer impresionado por su visión, sus reflejos y
su conocimiento de la industria, decidiera llevarlo a Kioto en 2000.
Dos años más tarde, el propio Yamauchi, el hombre que con 20 años se
había puesto en 1949 al frente de Nintendo y que la había transformado
en un gigante multimillonario del entretenimiento electrónico, lo eligió
para sucederle.
Convertido en el primer presidente de la compañía no perteneciente al clan de la familia fundadora,
Iwata afrontó y superó con creces su primer gran desafío: lanzar al
mercado dos consolas que renovaban la experiencia de jugar sin encarecer
aún más los cada vez más abultados costes de desarrollo.
Los dos aparatos, Wii y la portátil DS, fueron grandes éxitos comerciales
que volvieron a situar a Nintendo en la vanguardia de la industria al
tiempo que el rostro de Iwata empezó a ser cada vez más reconocido por
los fans del medio dada su insistencia por aparecer, en directo o a
través de teleconferencia, en todo tipo de actos y presentaciones.
En sus últimos años tuvo que encarar un bache financiero y la tibia
recepción de nuevos productos como Wii U, algo que finalmente impulsó la entrada de la compañía en el mercado de los videojuegos para smartphones, un nuevo desafío que la empresa deberá afrontar ahora sin la experiencia de su icónico presidente.
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